Estados Unidos
2. De los Apalaches a las Rocosas. El relieve
de los EE. UU., y en general el de todo el continente americano, se caracteriza
por la ausencia de compartimentación que presenta el relieve europeo. Se puede
hablar de grandes unidades naturales, de enormes cadenas montañosas con
orientación Norte-Sur y áreas interiores dominadas por extensas llanuras.
Todo
el continente tiene su origen en unos viejos cratones que sirven de basamento,
y unos posteriores movimientos orogénicos.
En
base a unos criterios estructurales y morfológicos se distinguen las siguientes
grandes unidades del relieve:
- Escudo canadiense;
- Sistema de los Apalaches y llanura
atlántica;
- Llanuras y mesetas centrales;
- Sistema montañoso occidental.
Escudo canadiense. Se trata de una
plataforma antigua de una superficie aproximada de cinco millones de km2, que
se extiende hasta el río Mackenzie por el Oeste y hasta el río San Lorenzo y la
región de los Grandes Lagos por el Sur, hundiéndose al Norte en el mar.
De
edad precámbrica, tras su peniplanación y arrasamiento, sufrió en el
Cuaternario la acción glaciar, que lo pulió, predominando las formas de
excavación sobre las de acumulación. Estas áreas muy excavadas se corresponden
con gneises muy alterados, dando lugar a lagos y turberas.
Se
caracteriza por una morfología de meseta basculada hacia el Norte, elevándose
al Este, donde da lugar a la península del Labrador. Dominan las formas
monótonas.
Este
escudo está formado por rocas cristalinas y metamórficas, como esquistos,
migmatitas, micacitas, gneises y granitos. Hacia el Sur el escudo no aflora,
quedando cubierto por depósitos sedimentarios posteriores.
Sistema de los Apalaches y llanura atlántica. El sistema de los
Apalaches se extiende al Este de América del Norte, desde el centro del Estado
de Alabama hasta casi Terranova, siguiendo paralelamente la línea de costa.
Tiene una longitud aproximada de 3.600 km .
Una
de las hipótesis planteada en lo referente a la génesis de este sistema es la
posibilidad de que sea continuación del sistema herciniano de Europa Central,
ya que su formación es prácticamente paralela.
Data
de la era Primaria o Paleozoico, los sedimentos depositados en el borde del
escudo canadiense se plegaron con el empuje de la orogenia herciniana. Durante
el Secundario o Mesozoico, la actuación de procesos erosivos importantes, que
ya habían aplanado las cadenas iniciales, van a excavar grandes valles en los
sectores de litología «blanda» (calizas y margas), quedando en resalte una
serie de crestas de areniscas y cuarcitas.
Si
se desciende a un nivel de análisis local, se encuentran dentro del sistema
grandes diferencias litológicas, tectónicas y morfológicas, distinguiéndose los
Apalaches Septentrionales y los Meridionales.
Los
Apalaches Septentrionales se extienden entre la depresión del río San Lorenzo,
al Norte, y el río Hudson, al Sur. Tienen su origen en la orogenia caledoniana,
durante la primera mitad del Paleozoico (hasta el Devónico inferior). Las
características y rasgos estructurales del plegamiento caledoniano casi han
desaparecido, el glaciarismo cuaternario ha dejado sus huellas en el relieve
(morrenas, fiordos, etc.).
Los
Apalaches Meridionales se extienden entre el valle del río Hudson, al Norte, y
el Estado de Alabama, al Sur. Constituyen el sistema de los Apalaches
propiamente dicho. Presenta una dirección Sur Sudoeste-Norte Nordeste, con
grandes diferencias de Este a Oeste. Está formada por rocas cristalinas y
metamórficas. Si se parte de la costa atlántica hacia el interior, hacia el
Oeste, se encuentra en primer lugar un piedemonte que en definitiva es el
zócalo precámbrico fracturado y que asciende suavemente desde la llanura
atlántica. Este piedemonte entra en contacto, hacia el Oeste, con los montes
Azules, a través de una serie de fallas y fracturas. Estos montes son de edad
paleozoica y están compuestos por materiales que han sufrido un gran
metamorfismo. Si se continúa hacia el Oeste en este corte transversal, se llega
al gran valle de Tennessee, que sirve de frontera entre los denominados Viejos
Apalaches (desde la llanura atlántica hasta el Gran Valle) y los Apalaches
Jóvenes hacia el Oeste. Estos últimos están formados por materiales paleozoicos
plegados regularmente y afectados por procesos erosivos, lo que ha dado lugar a
un relieve típico que recibe el nombre de «apalachense» y que se caracteriza
por una serie de surcos y crestas alternados regularmente.
A
continuación se añade un esquema de este corte transversal comentado, que puede
aclarar gráficamente lo que se ha expuesto, si bien hay que señalar que es un
dibujo esquemático no realizado a escala real.
Por
último, es necesario hacer referencia a la llanura atlántica situada al Este
del sistema de los Apalaches. Esta llanura presenta diversas características de
Norte a Sur. Al Norte del río Hudson la llanura es prácticamente inexistente,
ganando en extensión al Sur de ese curso fluvial, hasta la península de Florida
(gran meseta calcárea). Está compuesta de arenas y arcillas.
Llanuras y mesetas centrales. Se extienden entre el sistema de los
Apalaches, al Este, y la cordillera de las Rocosas, al Oeste, y entre el borde
del escudo canadiense, al Norte, y el golfo de México, al Sur. Se trata de un
área de hundimiento rellenada por materiales con una secuencia que va desde el
Paleonzoico hasta la actualidad.
Se
pueden distinguir las siguientes subunidades dentro de esta gran unidad de
relieve:
- La región de los Grandes Lagos, al Norte,
muy afectada por el glaciarismo cuaternario (morrenas, lagos, tuberas, loes,
etc.);
- La Gran Cuenca central del Mississippi-Missouri,
hacia el Sur, donde desaparece la importancia glaciar. Es un área de gran
importancia económica;
- Mesetas que flanquean a la Gran Cuenca central y
que suponen la transición hacia las Rocosas por el Oeste y la transición hacia
los Apalaches por el Este.
Esta
unidad de relieve tiene un gran significado en extensión y económico.
Sistema montañoso occidental. Dentro de este sistema se encuentra un
sector central de altas mesetas y llanuras flanqueado por el borde montañoso
occidental y el borde montañoso occidental y el borde montañoso oriental. A
este conjunto montañoso occidental se le ha denominado montañas Rocosas en
sentido amplio. Está sometido a una considerable actividad sísmica y volcánica,
así como a fracturas provocadas por deformaciones de la corteza terrestre.
Estos movimientos están relacionados con la comprensión de la corteza por la
separación del suelo oceánico que produce en este área una subducción ligada a
plegamientos. Si se realiza un corte transversal de Este a Oeste se distinguen
las siguientes subunidades:
- La cordillera de las Rocosas propiamente
dicha;
- Las altas mesetas y llanuras interiores;
- La cordillera Costera del Pacífico.
a) Cordillera de las Rocosas. Localizada entre
las mesetas centrales, al Oeste, y las altas mesetas interiores, al Este. Los
sedimentos depositados durante el Primario y parte del Secundario sobre el
borde del escudo precámbrico se comienzan a levantar a finales del Cretácico.
Importantes movimientos orogénicos plegaron y fracturaron los materiales y
provocaron una actividad volcánica considerable. A su vez se fue produciendo un
proceso erosivo de la cordillera, que, por compensación isostática, sigue
levantándose. En ocasiones aflora el zócalo precámbrico, cubierto en gran parte
por potentes series sedimentarias plegadas. Ha sido muy afectada por el
glaciarismo cuaternario.
Entre sus mayores alturas se pueden citar Harvard (4.339 m .), Pico de Blanca (4.363 m .), Elbert (4.339 m .) y el volcán
Raiher (4.390 m .).
b) Altas mesetas y llanuras interiores.
Aparecen de forma continuada de Norte a Sur, y se encuentran por encima de los 1.000 m . Hacia el Norte se
desarrollan las altas llanuras. Las altas mesetas, hacia el Sur, están formadas
por acumulación de materiales en áreas de hundimiento, bien de materiales
volcánicos de gran potencia (lavas), bien de materiales sedimentarios o de
ambos tipos de materiales. De Norte a Sur se distinguen: la meseta de Yucón, de
origen volcánico, la Columbia
británica, la Gran Cuenca
y la meseta del Colorado, siendo estas dos últimas las más importantes.
c) Cordillera Costera del
Pacífico. Se extiende paralela a la costa desde el arco de las Aleutianas hasta
California. Tiene una depresión central que divide esta cordillera en dos alineaciones.
Su origen está en los movimientos orogénicos paleoalpinos (Secundario), pero su
actividad aún se mantiene. Se pueden distinguir tres subunidades: la cadena de
las Cascadas, Sierra Nevada y la cordillera Costera.
La
cadena de las Cascadas está formada por materiales del Secundario, sobre los
que se han ido acumulando importantes paquetes de lavas desde el Eoceno. No ha
sido plegada, sólo ligeramente ondulada.
Sierra Nevada es el bloque más meridional, se extiende a lo largo de 600 km . entre la meseta del
Colorado, al Este, y el Gran Valle californiano, al Oeste. Los procesos
erosivos han dejado en resalte las rocas más duras. El Gran Valle californiano,
geosinclinal sobre el que se deposita un importante espesor de sedimentos, se
sitúa entre Sierra Nevada y la cordillera Costera.
La
cordillera Costera de EE. UU. es un conjunto de montañas de una altitud de 1.000 m ., compuestas por
materiales detríticos recientes de principios del Cuaternario.
Fuente: Enciclopedia Lafer
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