Guía Shanghái
TRANSPORTE
Para llegar al centro desde el aeropuerto de Pudong se puede
optar por el taxi o el maglev
(磁悬浮列车) (tren de levitación magnética). Inaugurado en 2004 como
el primer maglev de alta velocidad del mundo, se ha convertido en otro atractivo
turístico gracias a sus impresionantes cifras: tras una inversión de más de
1.300 millones de dólares, durante su testeo alcanzó los 501 km/h, pero
usualmente la punta es de 431 km/h, recorriendo 30,5 km en unos ocho minutos.
Un billete sencillo cuesta 50 RMB (ida y vuelta 80 RMB), funcionando todos los
días de 6:45 a 21:30.
Une el aeropuerto con la estación de Longyang Road (龙阳路站),
por lo que a la salida tendrá que tomar un taxi o usar el metro (línea 2) para
llegar a su destino.
El centro urbano, especialmente el área de Puxi (浦西)
(al oeste del Huangpu), es sorprendentemente manejable y los puntos de interés
turístico están separados por distancias no excesivamente largas. Es
recomendable caminar siempre que sea posible, ya que es la mejor forma de
empaparse realmente de la vida diaria de los shanghaineses, uno de los
espectáculos más fascinantes que ofrece la ciudad.
El taxi es un buen medio para trasladarse de una zona a
otra, dado su reducido precio. La bajada de bandera es de 12 RMB durante el día
y 16 RMB de noche. Es inusual encontrar un conductor que hable algo de inglés,
por lo que es necesario mostrar la dirección en caracteres, ya que tampoco
suelen leer pinyin (el sistema de trascripción fonética del mandarín al
alfabeto latino).
Los autobuses y trolebuses de Shanghái forman una de las
redes más extensas del mundo, con más de mil líneas. El precio es de 1 RMB o 2
RMB, dependiendo de si el vehículo dispone de aire acondicionado, pudiendo ser
la tarifa aún más baja según el recorrido. Pero los visitantes suelen
abstenerse de usar este medio, ya que todas las indicaciones están en mandarín.
Sin embargo, el metro es perfectamente comprensible para los
extranjeros, dado que se utiliza tanto el inglés como el mandarín para todos
los carteles y anuncios sonoros. Con 223 estaciones y 360 km de vías, es el
suburbano más largo de Asia y el tercero del mundo. Los precios del billete
varían, según el recorrido, entre 3 RMB y 9 RMB. Es rápido, eficiente y fácil
de usar, pero en las horas punta se pueden producir aglomeraciones.
En todos los medios de transporte público, incluidos los
taxis de cualquier compañía, se puede pagar con la Tarjeta de Transporte
Público (公共交通卡) que se adquiere y recarga en tiendas de
conveniencia, oficinas bancarias y estaciones de metro.
El tráfico no es tan peligroso como puede parecer a primera
vista. Existe cierto orden bajo la superficie caótica, con un poco de sentido
común se pueden evitar los accidentes. Hay que tener en cuenta que en la
circulación impera una especie de “ley de la selva”, en la que el peatón es el
más débil. En los semáforos recuerde que los vehículos, aunque tengan la luz
roja, pueden girar a la derecha libremente y para la mayoría de los conductores
los pasos de peatones son unas simples rayas de arcano significado. Por lo
tanto, al cruzar una calle mire atentamente a ambos lados aunque esté en verde
para los viandantes; en caso de conflicto olvídese de quién tendría derecho a
pasar y asuma que usted siempre lleva las de perder. Los taxis y autobuses, especialmente estos
últimos, son particularmente peligrosos.
COMUNICACIÓN
Aunque China está haciendo grandes avances en la enseñanza
del inglés, la inmensa mayoría de los shanghaineses siguen dominando únicamente
el mandarín y el dialecto local. Los taxistas, camareros y dependientes rara
vez tendrán unas nociones mínimas de inglés, pero en lugares frecuentados por
extranjeros, tales como algunos establecimientos hosteleros o determinados
mercadillos, sí dominarán cierto vocabulario. En ocasiones sólo conocerán un
número limitado de palabras relacionadas con su actividad, por lo que es
complicado comunicarse sobre algo que se sale del “guión”.
Es conveniente tener siempre la dirección del hotel apuntada
en caracteres para mostrar al taxista. Todas las localizaciones de esta guía
aparecen en mandarín.
Existen dos números de teléfono muy útiles para los
visitantes, pero sólo se pueden usar si se dispone de una tarjeta SIM local.
Uno es un servicio de traducción (962288), donde una operadora con un alto
nivel de inglés ejerce de intermediario. En el otro (106695882929), se envía un
mensaje de texto con el nombre de cualquier local y se recibe inmediatamente la
dirección, teniendo la opción de disponer de ella en mandarín, siempre que el
móvil soporte caracteres chinos.
A las dificultades derivadas de la barrera lingüística se
añaden las propias de las relaciones entre personas de culturas diferentes,
donde incluso varían los códigos de comunicación no verbal.
Aunque en ciertas ocasiones la gestión aparentemente más
simple se puede convertir en un episodio kafkiano, es fundamental no perder la
paciencia, ya que sólo sirve para empeorarlo.
Tenga en cuenta que puede malinterpretar una situación
debido a su desconocimiento del medio. Un ejemplo: ante un malentendido, su
interlocutor puede empezar a sonreír o reír; no se está burlando de usted,
simplemente es una forma de expresar nerviosismo. En cualquier caso, la mejor
recomendación es conducirse con la mente abierta y un poco de humildad. Después
de todo, usted es el huésped.
Fuente: Guía Shanghái